¿Con quién me casaré?

¿Con quién me casaré?

Parte 3


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Casarse con un inconverso es un pecado contra Dios, un pecado contra ti mismo y
contra los hijos que vendrán. Casarse con un no-cristiano puede llegar a ser el fracaso
más grande de tu vida.

Alguien ha dicho satíricamente: "Cuando un hijo de Dios se casa con un hijo de
Satanás, el diablo es su suegro".
Detrás del sentido humorístico hay una realidad amarga como lo atestiguan cientos que
han sufrido las consecuencias de un yugo desigual.
3.1.2 Quizás te preguntes cómo puedes estar seguro de que alguien es por cierto hijo
de Dios.
Es cristiano quien tiene a Jesucristo en su vida, quien le ha pedido perdón por el pecado
y ha aceptado su sacrificio en la cruz.
A las personas se las puede conocer por las prioridades, y actitudes que demuestran en
su vida. Para ello es necesario pasar tiempo con las personas y no apresurarnos en
forma desmedida. Recuerda que "todo tiene su tiempo".
Al verdadero cristiano se lo conoce por sus frutos. Jesús mismo dijo : "Por sus frutos lo
conoceréis". ¿Existe un fruto genuino en la persona en la cual te estás fijando?

He aquí seis evidencias de un cristiano, según las encontramos en la primera carta
del apóstol Juan:
1) Con humildad confiesa su pecado diariamente (1.9).
2) Obedece la Palabra de Dios (2.3-6, en especial v.4).
3) Ama a su hermano (2.10).
4) No ama al mundo ni lo que éste ofrece (2.15).
5) No practica el pecado (3.9).
6) Vence el pecado (5.4).

Pero por otro lado, como cristiano no solamente es necesario casarte con otro cristiano,
sino con un cristiano que crezca en el conocimiento del Señor Jesús, con un
cristiano que no dificulte tu crecimiento espiritual sino que, por el contrario, te
anime e inspire a crecer en tu fe.

Ante Dios toma la decisión de que te casarás con un compañero/a con quien puedas
buscar el reino de Dios y su justicia toda la vida. ¡Nada puede ser más emocionante!
3.1.3 Debes tener presente que el matrimonio cristiano no está formado por dos
personas sino por tres. La tercera parte es Cristo Jesús. En Él se halla la base de
un noviazgo y un matrimonio feliz. Cristo es la fuerza unificadora de la pareja, por
eso la Biblia advierte de no unirse en matrimonio con los que no aman al Señor.

Si quieres casarte, ser feliz y formar un hogar de acuerdo a los planes de Dios, debes
encontrar un compañero/a que comparta tu fe en el Señor Jesús, ya que Él es el centro
de unión.
Tiene que haber una fuerza externa que invada el corazón del muchacho y de la chica,
uniéndolos de manera permanente. O sea que ya no habrá dos voluntades sino una.
Precisamente ésa es la voluntad de Dios, y los que aman a Cristo se entregarán
gustosamente a ese proceso.

"No se unan en matrimonio con los que no aman al Señor", dice Dios, y es
terminante. También lo dice el sentido común; seamos, pues, inteligentes. La
experiencia también lo dice, así que no la rechacemos. Hay que considerarlo muy
seriamente.
Si desobedeces a Dios en esta cuestión, desperdiciarás tu vida. No habrá felicidad. Tu
hogar nunca llegará a ser un hogar feliz, maravilloso, lleno del Espíritu Santo y de la
gloria de Dios. Ten por seguro que de esa manera no encontrarás la plena felicidad que
Dios te tiene reservada.

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