Nunca hablamos del tema sexo

Sexo y sexualidad cristiana

Mi esposo y yo nunca hablamos del tema del sexo, y esto me hace sentir frustrada. ¿Es éste un problema común entre los matrimonios?

Así es, sobre todo para los que están pasando por dificultades en su vida sexual. Cuando el sexo es un problema, es más importante aún que se mantengan abiertas las puertas de la comunicación en el matrimonio. Cuando la relación sexual ha carecido de interés, y cuando la ansiedad se ha estado acumulando continuamente, se tiende a evitar referirse al tema en la conversación diaria. Ninguno de los cónyuges sabe qué hacer acerca del problema, y acuerdan tácitamente ignorarlo. Aun durante las relaciones sexuales, no se hablan.
Una señora me escribió hace poco para decirme que su vida sexual con su esposo se parecía al "cine mudo". No se decía jamás ni una palabra.
Parece increíble que unos esposos inhibidos puedan hacer el amor varias veces por semana durante una serie de años sin expresar jamás con palabras, sus sentimientos o sus frustraciones en este aspecto tan importante de su vida. Cuando esto sucede, el efecto es como el de tomar una botella caliente de soda y agitarla hasta que el contenido esté listo para explotar. Es casi seguro que todo pensamiento o situación que produzca ansiedad y no se pueda expresar va a producir presión interna y tensión. Mientras menos se pueda hablar del tema, mayor es la presión que tiende a debilitar el apetito sexual.
Además de esto, cuando se prohíbe la conversación sobre el tema del sexo, el acto sexual toma la atmósfera de una actuación, en la cual cada miembro de la pareja siente que el otro le está haciendo una evaluación crítica. Para quitar estas barreras a la comunicación, el esposo debe tomar la iniciativa, ayudando a la esposa a expresar verbalmente sus sentimientos, temores y aspiraciones. Deben hablar acerca de las maneras y técnicas que estimulan, y las que no. Deben enfrentar sus problemas como adultos maduros; con calma y seguridad. En estas conversaciones tranquilizadoras hay algo de mágico; las tensiones y ansiedades se reducen cuando encuentran una expresión verbal.

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